Tratamiento de quelodes y cicatrices

  • Ser de color carne, rojo o rosada. Si se expone al sol durante el año posterior a su formación puede tomar una coloración más oscura que la piel de alrededor y quedar de este color para toda la vida.
  • Protuberante (nodular) o con rebordes.
  • Producir picor, dolor o alteraciones en la sensibilidad.
  • Irritarse con el roce.
  • Inyectar corticoides en su interior. Suele ser la primera aproximación para cualquier queloide. Aproximadamente 7 de cada 10 personas responden satisfactoriamente con el aplanamiento del queloide. Sin embargo muchos de ellos recurren. Generalmente las inyecciones se ponen cada mes hasta que haya mejoría.
  • Escisión mediante cirugía. Suele ser la segunda opción si no hay respuesta al tratamiento con corticoides. Generalmente se combina con la inyección de corticoides. La mitad recurren, reduciéndose la recurrencia si se utilizan corticoides o crema de imiquimod sobre la cicatriz de la herida quirúrgica.
  • Parches de gel de silicona. Se utilizan para tratar los síntomas, para evitar el crecimiento del queloide o para evitar su aparición en personas predispuestas que se hayan hecho una herida. Su eficacia es dudosa. Debe sin embargo esperarse varios meses para demostrar su utilidad.
  • Quemar con frío (crioterapia). Suele utilizarse asociado a otros tratamientos, con respuestas satisfactorias en la mitad de los pacientes. Produce hipopigmentación en la zona tratada (queda la piel más clara), por lo que esta técnica debe evitarse en personas de piel oscura. Las sesiones de crioterapia suelen repetirse mensualmente sobre la zona.
  • Quemar mediante radiación. En ocasiones se utilizan de forma eficaz para evitar la aparición de queloides sobre una herida quirúrgica o para tratar queloides que no responden a ningún otro tratamiento. Sin embargo la radiación puede asociarse a largo plazo con el desarrollo de cánceres en la zona, por lo que su uso es cuestionado.
  • Quemar con láser.
  • Fluoracilo intralesional. Puede usarse junto a la inyección intralesional de corticoides.
  • Inyecciones de interferon alfa. Pueden reducir la recurrencias tras la extirpación quirúrgica del queloide.

A veces se precisa utilizar varias de estas acciones de forma combinada.

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